En muchas ocasiones nos
planteamos la instalación de césped artificial en nuestro jardín, pero ¿sabemos
realmente las ventajas e inconvenientes de este tipo de superficies? ¿Podemos
elegir el mejor césped en relación calidad-precio?
Hasta ahora el césped artificial
eran meras alfombras que se colocaban sin más en el jardín, pero actualmente
existen césped “tecnológicos” o “inteligentes, que incluso pueden hacer que nos
agachemos para comprobar la diferencia.
Cuando nos preguntan por el
césped artificial, la verdad es que sólo se pueden decir aspectos favorables. Es
agradable, tiene un aspecto muy similar al natural y es sinónimo de bajo
mantenimiento, lo que se convertirá en un ahorro de dinero a largo plazo. Lo podemos instalar en zonas de sombra
permanente, siempre estará verde y tiene un mantenimiento muy económico.
Además, siempre habrá que tener
en cuenta que puede ser más seguro que
el natural, ya que proporciona mayor acolchado ante las caídas de los niños
mientras juegan y tiene mayor drenaje,
con lo que se evitan los resbalones de la hierba natural.
Antes de la instalación de un césped artificial será necesario
cerciorarse de que se va a instalar un
césped artificial de calidad, lo que repercutirá en su durabilidad. No vale
cualquier césped sintético y no todos son iguales. Esto puede comprobarse con
las puntadas, cuantas más tenga y más cerca estén unas de otras, más denso,
pesado y durable será el césped elegido. También será importante la garantía en
años que nos ofrece la empresa de césped artificial, cuantos más años mejor
será su producto.
Una vez elegido es muy importante la instalación
del mismo, si no se instala correctamente (no se puede poner encima del suelo y
ya está) da igual la calidad de la hierba elegida, ya que no se conseguirá la
durabilidad que se persigue y se tendrá que reparar o sustituir antes de
tiempo.
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